Todos sabemos que la escena underground en Madrid está más viva que nunca, y
la gran cantidad de fiestas emergentes que hay en la capital lo avalan.
Prácticamente cada mes nace un nuevo evento que tiene algo que aportar, una
nueva sala a la que ir o un DJ emergente al que descubrir. Y nosotros como
público, lejos de rechazarlo, le damos una oportunidad y acudimos con la ilusión
del que va a probar algo nuevo.

Todos estamos saturados de los eventos masivos con esos grandes carteles
y a precios desorbitados. Tanto es así que muchas veces preferimos bajar al barro,
volver a esas fiestas pequeñas donde el DJ no es el factor principal, sino un
elemento más, y donde el gran protagonista es el público. Algo que se nota en el
ambiente y en los altos niveles de disfrute de los asistentes a estos eventos. Ya
sabemos lo buenos y populares que son esos grandes nombres que vienen cada
fin de semana a Madrid para poner patas arriba alguna de las salas más míticas de
la ciudad. Y esto hace que muchas veces nos olvidemos de lo importante que es
apoyar a los pequeños eventos o a esos DJs no tan conocidos.
Para seguir haciendo que nuestra escena crezca, necesitamos apoyar lo nuestro, a
los artistas locales, los eventos menos conocidos, y las salas mas pequeñas, algo
que en Madrid tenemos muy claro. El público de la capital apoya y disfruta a partes
iguales el trabajo que hace ese pequeño artista que aún no ha dado el boom, como
el que ya está en los grandes escenarios. Cada vez son más los DJs que se
catapultan a las grandes cabinas gracias a esa retroalimentación que existe en la
noche madrileña.

Los pequeños eventos siguen confiando en los artistas locales,
sabiendo que van a aprovechar su oportunidad y hacer un set a la altura, mientras
que ese DJ lo va a dar todo para aprovechar esa oportunidad que le han dado.
Aunque, sin duda, la parte más beneficiada de todo esto somos nosotros, el
público, que tenemos la suerte de formar parte de esta escena y disfrutar tanto de
esos eventos y DJs no tan mainstream.
El panorama está cambiando, y eso no significa nada malo, sino cambio, por
suerte el público madrileño se adapta a esta constante evolución y va creando la
escena a su vez. Todos estos factores forman el caldo de cultivo perfecto para
aquel amante del techno y sus derivado que busca una experiencia única.
Madrid no descansa, y eso lo sabemos todos. Y casi que sea el día que sea, en
alguna sala de Madrid te podemos asegurar que habrá buena música y ganas de seguir pasándolo bien.