Volvimos a apostarlo todo al verde, por supuesto en su ya habitual casa Halö y repitiendo formato boiler en la última edición de Criminal Club.
Una de sus ediciones más intensas hasta el momento, con las visitas internacionales de Doruksen y Nozz junto al talento local y nacional con Elicio, Devil’s Day, Pvta Miseria y Norkkem.

Opening con firma de la casa.
El fundador y residente de Criminal, Elicio, se encargó de arrancar los primeros pasos de baile con un set lleno de toques industriales pero a menos BPM de lo habitual.
Techno lleno de pureza y obscuridad pero con la intensidad justa y necesaria que requiere un opening.

La dupla inesperada.
Para seguir aumentando la velocidad y la energía, Devil’s Day unió fuerzas con Pvta Miseria en un B2B inesperado que a muchos nos dejó con ganas de ver más del dúo en acción.
La versatilidad de ambos fue la clave principal de su primera conexión en cabina, unido a una selección musical de nivel que incluyó algunos tracks de artistas nacionales como “Altered Engram” de Cosmic Anomaly.

Visitas internacionales llenas de Acid y Hardtechno.
En el ecuador de la noche recibimos la visita de Doruksen, uno de los máximos referentes del sonido Acid en la escena internacional actual. Si bien echamos de menos un poco más del sonido ácido característico del chipriota, no faltaron algunos de sus tracks más reconocibles y por supuesto, una subida de BPM que la pista esperaba con ansias.
La segunda visita internacional de la noche fue la del argentino Nozz, el “Madboy” que irrumpió en la escena Hardtechno hace apenas un año y que ya ha llevado su show por clubs y festivales de todo el mundo. Siguiendo la tónica de la noche, su set se mantuvo “in crescendo” en el punto álgido de la noche, haciendo sonar algunos de los tracks más queridos por el público junto a su sello de identidad, la guitarra eléctrica.
Cierre con nombre local.
La responsabilidad del cierre recayó en Norkkem, fundador de Bassmind, encargado de sacar las últimas energías a un público que todavía necesitaba más cardio. Supo estar a la altura de las expectativas y mantener al público en su sitio, incluso a su predecesor en cabina quien se resistía a abandonarla.
Todo un despliegue de energía y variedad de sonidos en la última edición de Criminal Club que, como ya es habitual, nos dejó expectantes de la próxima.