Compartir
La Pocilga: música y discreción.

El pasado viernes 20 de junio tuvimos el placer de asistir a una de las propuestas más interesantes que ha visto la escena electrónica andaluza en los últimos tiempos: el evento organizado por La Pocilga, un colectivo afincado en Sevilla que apuesta por una forma de vivir la música completamente diferente.

Con una política de no fotos y no vídeos con la que intentan proponer algo más que una noche de fiesta cualquiera, logran generar un entorno de conexión y entrega total con la experiencia sonora que proponen. Un cartel, curado con intención y visión, dejó clara su postura: lo que se paga es la técnica, la selección y la narrativa que ofrece un profesional detrás de los platos.

En lugar de iniciar la noche con una actuación inmediata, el protagonismo inicial recayó en el propio público. Se fomentó así una verdadera comunidad en un bar cercano, donde comenzaron a tejerse las primeras conexiones de lo que sería una noche memorable.

Ya en la sala, Mowgly3M3, DJ y productor onubense con recorrido en la escena rave, dio el pistoletazo de salida con un set compuesto íntegramente por sus propias producciones. Una sesión dinámica, elegante y bailable que activó con solvencia a una pista aún en fase de calentamiento.

Le siguió Genghis, fundadora de La Pocilga y residente del colectivo, con un set cuidadosamente equilibrado que acompañó la evolución de la energía del público. Melodías hipnóticas y sutiles fueron protagonistas de una sesión que supo preparar a la perfección lo que venía después.

El primer invitado internacional fue Luigi Tozzi, DJ y productor italiano de reconocido prestigio, y por su enfoque en el directo. Desde su llegada, supo leer la atmósfera de la pista: se sumó como uno más y entendió al instante el pulso del evento. Vino con un hybrid, de gran finura técnica y profundidad estética, ofreció una experiencia musical envolvente, marcada por atmósferas minimalistas y percusivas, momentos introspectivos y una elegancia rítmica que hizo que el público no dejara de bailar.

El cierre corrió a cargo de Save Your Atoll, también productor italiano con una amplia trayectoria. Su set de deep techno muy melódico y emocional mantuvo viva la tensión y la energía de la sala hasta el final. Con una selección refinada, supo encontrar ese punto exacto entre introspección y energía que hizo que nadie pudiera parar de bailar.

La Pocilga no es solo una fiesta. Es una declaración de intenciones. Una propuesta entregada a la escena underground del sur de España, con una visión clara de cómo debe vivirse y compartirse la música electrónica en comunidad.

Organizamos el contenido en categorías para que encuentres lo que te apasiona

Ir al contenido