
RUSH CLUB en Murcia se define como el santuario de la música techno, hardtechno y rave, un espacio concebido para transformar la escena nocturna de la ciudad y devolverle su esencia más pura: la conexión entre el cuerpo, el sonido y la energía colectiva.
Fieles a una filosofía que prioriza la experiencia sensorial sobre la superficialidad, apostando siempre por el talento nacional y sobretodo Djs de nuestra zona del Levante, sus políticas son claras: prohibido el uso de móviles en la pista y sin horarios publicados para los sets. Aquí no se sigue el reloj, se sigue la vibración.
El encargado de abrir la noche fue Flaco Bengala, quien, como ya nos tiene acostumbrados, ofreció un warm-up elegante y provocador. Su sesión osciló entre la sensualidad del house, la presión rítmica del dub y los matices clásicos del sonido Detroit y Chicago, creando mezclas precisas acompañadas de vocales descaradas que encendieron la pista.
La progresión continuó con Juanmi Pagán, sello indiscutible de la casa, quien elevó la tensión sonora con un bajo más contundente y una sesión ascendente, in crescendo, de ritmo y fuerza.

Desde Valencia, Ncnh, conocido por su paso por la legendaria Barraca, aportó velocidad y carácter. Su selección osciló entre grooves hipnóticos y texturas hard oscuras, preparando el terreno para el headliner de la noche: David Meiser.
Cuando Meiser apareció, la pista ya respiraba como un solo cuerpo. Su sonido atemporal, marcado por ritmos tribales, precisión técnica y una comprensión profunda del espacio, transformó la sala en un ritual sonoro. Su live set, compuesto mayormente por producciones propias, fue un ejercicio de autenticidad y entrega. Meiser es el claro ejemplo de un Dj que sabe leer la pista y conectar con el publico de principio a fin.

El cierre fue a cargo del residente de Proyeckt Xyz, Cxma, quien selló la noche con su característico techno de alto calibre, una selección refinada que mantuvo al público en trance hasta el encendido de luces.
RUSH CLUB no es solo un lugar; es una experiencia estética y sensorial que une música y comunidad. En un mundo saturado de distracciones digitales, esta propuesta propone un regreso a lo esencial: el poder del sonido, la presencia en el momento y la magia colectiva del baile.
								