Industrial Copera celebró, sin duda, una de las noches de la temporada, el All Night Long de uno de los mejores y más respetados DJs del panorama, Ben Sims. Además, por si no fuese suficiente, el inglés unió fuerzas con James Ruskin y ANNĒ en una noche de muchísimo techno y hardgroove.
Para cuando Copera abrió sus puertas, nosotros ya estábamos ahí, más que listos para disfrutar de una de las mejores sesiones del momento. Desde el primer minuto supimos que la noche sería un viaje progresivo en cuanto a velocidad e intensidad. Al principio estuvimos viendo a Ben Sims pinchando a unos bpm más bajos de lo que estamos acostumbrados, un techno más tranquilo, experimental e hipnótico, y utilizando ritmos y sonidos provenientes de otros géneros. Llegando al final de la primera hora, sonó «Hexeract» de Joao Ceser, con esas melodías tan marcadas, pero aun con una intensidad baja para poco a poco ir calentando la pista.
La música fue acercándose más al techno de hoy en día, con un bajo mucho más marcado y una velocidad mayor, para entonces apareció James Ruskin, al que más tarde se le unió el protagonista de la noche. James Ruskin, una absoluta leyenda con más de 30 años de carrera, es conocido por un techno más tribal, más minimalista, en el que el claro protagonista es ese bajo intenso y no tanto las melodías. La fusión con Ben Sims se nos quedó demasiado corta en cuanto a tiempo, dos DJs que han marcado el camino a seguir para muchos de los artistas de hoy en día. Juntaron lo mejor de uno con lo mejor del otro. Además, notamos una pequeña subida en cuanto a los bpm, lo que enganchó aún más a todos los asistentes.

No podíamos dejar de pasar un tiempo en El Jardín, la otra sala de Industrial Copera, aquí estuvieron Álvaro Sánchez, un habitual en los carteles de esta mítica discoteca, y Kristina, ambos dando cátedra a vinilos. Aunque la intensidad de esta segunda sala fue menor a la del espacio principal, la música no decepcionó a nadie, electro, breakbeat y techno en según qué momento de la noche, la potencia fue in crescendo según pasaban las horas.
Al volver a la sala principal, estaba pinchando ANNĒ, la griega no se quedó atrás en comparación con los otros artistas del cartel. Con ella la noche llegó a su punto álgido en cuanto a intensidad, una selección musical perfecta para el momento, con unos bajos mucho más graves que al comienzo de la sesión y unos bpm más cercanos al hardgroove, propio de Ben Sims. Este b2b fue seguramente lo mejor de la noche, la sala a reventar y completamente entregada a este estilo cada vez más popular. Entre los dos pusieron Copera patas arriba a base de melodías y percusiones, fader cuts, varios canales sonando a la vez y dos DJs que entendieron a la perfección lo que quería el público.

Por desgracia, se iba acercando el final de la noche y Ben Sims sabe perfectamente como poner la guinda al pastel a fechas tan señaladas como la del otro día. Techno en mayúsculas, con grooves muy marcados y ese sonido tan propio de él. Un sonido tan especial, con unos bajos tan característicos acompañados de esas melodías y hi-hats que hacen que te sea imposible que te despegues de la música. Como debe ser, y tras una noche de este calibre, se despidió a semejante artista con un aplauso y una ovación al nivel de la música que pudimos escuchar.
