Una programación que transitó de ritmos grooveados a sonidos industriales y schranz, manteniendo coherencia y progresión.

La noche comenzó con las actuaciones de Claudia Croove y Charlotte Lyonn, dos jóvenes DJs residentes en Alicante que representan parte de la nueva generación de artistas locales. Fiel a su filosofía de apoyar el talento emergente, Matadero volvió a ofrecer su cabina como plataforma para perfiles en desarrollo dentro de la escena.

A continuación, Peerk tomó el relevo con una propuesta distinta a la que suele ofrecer en formato vinilo, adaptándose en esta ocasión al set digital. Su sesión profundizó en el techno tribal y minimal, incluyendo varias producciones propias.

El irlandés Victor Krum mantuvo la progresión ascendente de la noche, elevando la intensidad con un set profundo, dinámico y cargado de energía, que encendió el ambiente dentro de LaHaus.

Dbunk ofreció una selección marcada por un techno sunido de BPMs, con fuerte carga rítmica y un groove constante. Su enfoque combinó complejidad y energía, manteniendo el dinamismo sin perder la riqueza sonora del género.

Superado el ecuador del evento, Toxic Machinery marcó un cambio de registro abriendo su set con el tema «Polka Jumpstyle» de Mr. Polska, Natte Visstick y Vieze Asbak. Esta elección marcó la dirección de su sesión, que se convirtió en uno de los momentos más intensos de la noche, sintonizando con un público receptivo y participativo.

El cierre estuvo a cargo de Armero, quien desplegó su estilo más característico con un schranz contundente y preciso. En ocasiones, Armero rompió el ritmo con unos temas que mezclan el hip hop y schranz, aportando un toque personal al final de la noche.

Este nuevo evento de Matadero se vivió en un entorno cercano, con un público fiel que sigue consolidando una comunidad unida y en crecimiento dentro de la escena underground local.