El jueves 20 de marzo nos pasamos por THE BASSEMENT para asistir a la primera entrega del viaje que LASTER había preparado para el fin de semana: FROM HOUSE TO TECHNO WEEKENDER. Anunciada como un all night long special house set a cargo del B2B entre OGAZÓN y FADI MOHEM, la noche terminó ofreciendo varias sorpresas.

Ambos artistas están acostumbrados a compartir cabina, tanto en Alemania como en eventos y festivales internacionales. Quizá porque pertenecen a ese grupo de DJs que han recogido la antorcha sagrada del vinilo y han sabido construir una propuesta que es, al mismo tiempo, clásica y actualizada, partiendo de un enfoque old school.
Nada más comenzar, nos topamos con la primera sorpresa: el set arrancó con una exquisita selección de temas de ambient que brillaron especialmente en la intimidad de los primeros minutos de la noche. Varias capas de sonido se fueron superponiendo hasta generar una atmósfera densa y oscura, cercana al dark wave, que sirvió como introducción perfecta antes de que llegaran las primeras bases rítmicas.
Con el carácter más sobrio y minimalista de FADI MOHEM y la paleta inmersiva de OGAZÓN, a menudo cargada de matices melódicos, ambos se turnaron en un B2B que fue contagiando a la pista poco a poco. La compenetración entre estos dos talentos habituales de la noche en Berghain se percibía desde las primeras filas: gestos de complicidad, miradas y sonrisas que hacían que por momentos pareciera que estábamos presenciando un partido entre colegas. Esa energía se transmitió desde el primer momento y cargó de vida la pista. Fue realmente estimulante ver cómo cada uno intentaba adaptarse a la propuesta sonora del otro. ¡Son esos detalles los que hacen que un B2B se convierta en una experiencia única y diferente!
Tras un proceso de calentamiento casi artesanal, las bases rítmicas de house comenzaron a levantar la pista, que pronto se llenó. Un ambiente festivo y placentero, cargado de energía positiva, empezó a tomar el control, algo muy propio de los vinilos de OGAZÓN, que logran que uno olvide el paso del tiempo mientras baila. Sin embargo, la noche pegó varios giros más. En medio del diálogo entre ambos, y quizá como respuesta al ambiente de la sala, el sonido fue cambiando hacia un minimal techno alternado de nuevo con nuevas fases de house.
La noche se transformó en un verdadero juego de preguntas y respuestas entre ambos artistas, una quedada para intercambiar house y techno. No fue la típica ocasión para perderse bailando en la pista, sino para aprovechar la complicidad y el placentero juego entre estas dos jóvenes promesas de la electrónica.
KARL GRIMM