El pasado sábado 1 de marzo, The Bassment volvió a demostrar por qué es uno de los clubes de referencia en la escena electrónica en Madrid. Bajo la impecable organización de la promotora Swing, la noche prometía ser inolvidable con un cartel sólido y un ambiente inmejorable, y así lo fue.

La apertura corrió a cargo de Óscar L, quien, con su maestría habitual, fue tejiendo un warm-up impecable. Construyó el terreno con precisión, preparando a los asistentes para lo que estaba por venir. Groove, tensión y una selección inteligente que marcaba el ritmo de lo que sería una noche épica.

Llegó el momento de Space 92, y desde el primer beat dejó claro que no iba a dar tregua. Durante tres horas, su set fue una auténtica lección de energía y dinamismo, combinando a la perfección Happy Techno, Techno contundente y vocales que elevaron la experiencia a otro nivel. La pista vibraba con cada drop, y la conexión entre artista y público se sentía en el aire. Uno de los momentos más especiales de la noche llegó cuando sonó su tema Melodia, desatando la euforia en la pista, seguido de Robot, que hizo temblar The Bassment con su potente bassline.

El sonido de la sala fue impecable, con una nitidez y pegada que potenciaban cada transición y cada subidón. Pero si algo marcó la diferencia fue el ambiente: una atmósfera de club auténtico, íntima y oscura, en la mejor tradición del Techno. Un público entregado, sin postureo, creando esa energía casi familiar que solo se encuentra en los mejores templos de la música electrónica.

Para cerrar la noche, volvió a tomar los mandos Óscar L, demostrando una vez más por qué es el madrileño de confianza cuando se trata de cerrar una sesión con elegancia y contundencia. Supo mantener la euforia en su punto justo, regalando un final cargado de energía con una selección de temas míticos del Hard Techno que pusieron el broche de oro a una velada inolvidable.

The Bassment lo volvió a hacer: una noche redonda, sonido impecable y una programación que sigue apostando por lo mejor del panorama electrónico, con la garantía de Swing.