Una marca que representa 10 años de compromiso con una identidad, una ciudad y un movimiento. Un equipo compuesto por algunos de los mejores artistas y miembros de la escena que la ciudad puede ofrecer, y por encima de todo esto, una misión: Hacer el mensaje de la música house, desde los lejanos almacenes de Detroit, hasta las soleadas costas Ibéricas. Wateke celebró su aniversario número 10 con un evento en la sala Sun Box de Spook. En Kulture Space, te contamos un poco más sobre esta memorable noche y esta icónica fiesta.
Se cumplen 10 años de que Wateke celebrase su primera edición en Valencia. En la actualidad, la fiesta que impulsa los sonidos tech house y house se celebra los domingos en la sala LA3, ubicada en el corazón de la ciudad. Un refugio para aquellos auténticos juerguistas que buscan coronar la maratón del fin de semana con una contundente sesión dominguera.
La celebración del domingo pasado reunió a lo mejor del roster de Wateke para regalar una tarde, noche y amanecer de sábado memorables a su público. Jaime Soeiro, Omar Svenson, Alfredo ‘Pareja’, y la leyenda valenciana, David ‘Cabeza’, por mencionar algunos de los muchos encargados de hacernos bailar en la sala Sunbox de Spook.
Hacemos mención especial al B2B entre los residentes Paula Fields y Edu Saiz, quienes repartieron una dosis de groove, sincronía en los decks y energía que no paso desapercibida por los fieles de la misa del décimo aniversario.

Wateke celebra 10 años de ofrecer calidad, variedad y diversidad musical a la escena de Valencia. Tres elementos sumamente importantes, sin los cuales no puede esperarse que una escena alcance su máximo potencial. Y aún más importante que el tiempo, pues este no siempre es sinónimo de calidad, es la familia watekera, su entrega, y su pasión.
El cariño, tanto del equipo detrás de la fiesta como de los asistentes, y por supuesto, de los DJ del público es el tipo de cariño que no se compra, ni se gana con campañas costosas o acciones vistosas. Este cariño se siembra, se cuida y se crece año tras año. Fiesta tras fiesta.
Son muchas las horas que uno invierte, los días que se pierden recuperándose de las trasnochadas, y los cambios que uno hace en su vida para poder dar vida a una fiesta como Wateke. Hacerlo por 10 años, es simple y sencillamente increíble. Sin lugar a dudas, Wateke pertenece, por las razones correctas (mérito, pasión y esfuerzo) a la élite musical valenciana. Nos quitamos el sombrero, y brindamos por 100 años más de fiestas sin pensar en el lunes.
¡Larga vida a Wateke!